SALA 4: “La batalla de Waterloo”
La sala contiene un diorama de 15 metros cuadrados en el que se pueden ver 5 momentos claves de la batalla representada por más de 8000 figuras. Esta espectacular maqueta ha sido construida por Raul Quilez y Alfredo González de forma artesanal y lleva miles de horas de trabajo en la creación y pintado a mano de todas las piezas así como del terreno y edificios.
Asimismo la sala reúne dos colecciones de miniaturas de uniformes de época napoleónica y de unidades militares participantes en la batalla, dos reproducciones de uniformes de soldados británicos y franceses y diversos planos, cuadros y un interesante vídeo explicativo de la batalla en su contexto general.
El General Álava en Waterloo
«El general Álava era considerado por Wellington un magnífico y eficaz oficial, digno de toda su confianza y amistad. Cuando Napoleón emprendió su última ofensiva, acababa de ser nombrado embajador en el nuevo Reino de los Países Bajos.Tan pronto Wellington llegó a Bruselas, ante la ausencia de su segundo, contó con Álava para la rápida formación de un nuevo ejército aliado; exactamente lo que habían estado haciendo juntos durante la inmediata Guerra de la Independencia. El español se convirtió, en la sombra, en la mano derecha de Wellington. Su rol nunca se hizo público porque no había sido autorizado expresamente por su gobierno para estar allí.
El poder de Álava en aquel Cuartel General de Waterloo conseguiría que Uxbridge, primer sustituto de Wellington en el mando, se entrevistara con el Duque para mitigar su nerviosismo en la noche previa a la batalla, tal y como el propio Uxbridge escribió. En un momento crítico, Álava, ordenado por Wellington, se hizo presente en la defensa estratégica de Hougoumont, empujando al Regimiento de Nassau a conservar dicha plaza.
Había cientos de oficiales pero sólo Wellington y el general Álava, acompañados de Fremantle, cenaron juntos la noche de la definitiva y triste victoria. Pero todavía el español añadiría otro mérito: Wellington reconoció que su descripción de la batalla era el más exacto, por la importancia de narrar los hechos sucedidos y hacerlo, además, en el correcto orden.»
Gonzalo Serrats Urrecha. Biógrafo del general Álava y autor del libro El general Álava y Wellington, de Trafalgar a Waterloo